Entrevista. Los próximos días 27 de Septiembre y 5 de Noviembre en el marco del Festival de Música Contemporánea de Madrid COMA'15, están programadas dos obras del compositor Jacobo Durán-Loriga. Hemos aprovechado la ocasión para hablar con él y esto es lo que nos ha contado:
1. Ruth Prieto: El próximo día 27 de Septiembre y el 5 de Noviembre en el marco del Festival de Música Contemporánea de Madrid COMA'15, están programadas dos obras suyas. ¿Qué puede comentarnos de este festival?
Jacobo Durán-Loriga: Muchas cosas, quizás contradictorias. Pertenecí a la junta que dió origen a este festival. Por entonces era poco partidario de que se crease. Para mí una asociación de compositores no debe dedicarse a auto programarse; por el contrario debe impulsar que sean otros, especialmente las instituciones públicas las que programen la música de los compositores vivos, de la región y de fuera. La importancia que cobró el COMA, como única actividad, dentro de la Asociación Madrileña de Compositores fue tal que acabé abandonándola, dada mi disconformidad.
No he cambiado de opinión en lo esencial, lo que han cambiado han sido las circunstancias. Si entonces las instituciones hacían poco caso a la música de creación, la cosa ha empeorado notablemente. En especial desde la desaparición del CDMC y del festival de Alicante. La primera, decisión del gobierno socialista, la segunda del PP… A la vista de la ceguera de nuestros gobernantes con independencia de la procedencia política, la música contemporánea ha de pasar casi a la clandestinidad, y ahí juegan un papel importante las asociaciones como la AMCC. Desearía que fuese una asociación nacional la que impulsase esto, pero hoy por hoy hay que conformase con buscar la presencia local. Sigue sin gustarme un festival tan corto de miras, que programa a sus asociados sin ponerlos en paralelo con los de otros lugares del mundo. Por otra parte hay mucho y diverso dentro de la AMCC, quiero alabar la apertura estética que tiene. Quien vaya a nuestros conciertos comprobará que la creación actual es variopinta en su orientación.
2. R.P.: La obra que se interpreta en Septiembre es ‘Jabardillo Armónico’ y el 5 de Noviembre Cuarteto de Cuerda n°1: ¿qué puede comentarnos de estas obras?
Jacobo Durán-Loriga: Primero he de justificar que haya dos obras mías, algo totalmente anómalo, a menos que se me hiciese un homenaje y no es el caso. Tengo dos obras porque en una edición anterior se cayó una del programa y quedó pendiente la reparación.
Son dos obras muy distintas. Jabardillo armónico es un diálogo con la música del pasado. Proyecté hacer una obra juntando citas de autores que llevasen mí mismo nombre de pila, iba a llamarse la cosa colombroños… Pero no encontré suficiente material interesante. El caso es que me quedé con ganas de emplear un precioso motete navideño de Jacobus Gallus, un compositor bohemio del renacimiento. Su motete, transformado y troceado aparece en diversos momentos de la obra de manera plenamente reconocible, y se contrapone mi música que en realidad nada tiene que ver, simplemente provoco una contraposición de estilos con el contrapunto como nexo. El título merece una explicación: jabardillo es un conjunto de animales, una bandada grande, susurradora, arremolinada e inquieta, de insectos o aves, o un remolino de gente. El conjunto de instrumentos que empleo me parece un jabardillo y las texturas contrapuntísticas muy jabardillescas. Lo de armónico lo digo por las resonancias arcaicas de la palabra y por tener gran presencia en la obra un intervalo tan consonante como es la tercera menor.
El cuarteto es otra historia, una de mis obras más monolíticas, más minimalistas y más atléticas. Supone la culminación de un material, fundamentalmente armónico, sobre el que he estado trabajando a lo largo de 30 años. Desde que lo terminé, en el año 2000 ha habido varios intentos de estreno que han fracasado, ya sea por falta de un marco adecuado, ya sea por el amilanamiento de los intérpretes ante las dificultades, enormes, de la partitura. No es que haya en él nada imposible de tocar… lo que ocurre es que plantea un reto de resistencia, casi deportivo. En este caso el cuarteto más que cuatro instrumentos resulta ser un único instrumento, tocado simultáneamente por cuatro individuos, que han de conjuntarse.
3. R.P.: ¿En qué momento, como compositor, se encuentra?
Jacobo Durán-Loriga: Supongo que tras haber probado a hacer cosas muy diversas, y probablemente haber dado algún palo de ciego, ya tocaba alcanzar la madurez. Entenderé por ello tener una serie de recursos ya establecidos que voy variando algo, pero de los que ya no me voy a apartar sensiblemente. Me encuentro muy a gusto en la música de cámara, más si es grande la plantilla. Me gusta jugar con la memoria, con la percepción del tiempo, con la repetición, con las músicas del pasado y de otras culturas. Rechazo la retórica y el vacío de una música sin sustancia, en la que hay que adivinar en lugar de dejarse llevar por el arrebato dionisiaco del sonido. Quiero trabajar sin renunciar a elementos tradicionales: melodía, contrapunto, armonía, ritmo, forma… que son los sustanciales desde tiempo inmemorial. Otros que algunos de mis colegas han optado por privilegiar, como las texturas, los timbres me atraen menos para construir, aunque no los desdeño, especialmente si se trata de música electroacústica, a la que me planteo, quizás, volver.
4. R.P.: ¿Cómo es su proceso creativo?
Jacobo Durán-Loriga: Ah, eso nunca se sabe… tardo mucho en los inicios, repaso muchas veces los primeros compases que compongo (que no siempre son los iniciales de la obra), los pulo y repulo. Genero un material, pienso una forma, me torturo un poco. Y de pronto sé lo que es la obra y es cuestión de redactar. Eso suele salir muy rápido. Cada vez es más frecuente que retome el material de una obra anterior y le dé un sentido diferente en la nueva propuesta.
5. R.P.: ¿Cómo ve el panorama actual de la música contemporánea en España?
Jacobo Durán-Loriga: Muy rico en propuestas, en estéticas, en variedad generacional y lamentablemente desatendido por quienes deberían protegerlo. Quizás percibo como cierta monocromía en las jóvenes generaciones, pero puede ser cosa de la perspectiva de quien no está en esa batalla. En cuanto a las deficiencias estructurales seguimos igual que siempre: nos falta uno o más ensembles estables -cuyos miembros tengan una dedicación plena-, un editor importante, de peso en el mercado internacional, y lo único que teníamos medianamente asentado, un festival como era el de Alicante, en lugar de potenciarlo para que fuese un referente, los poderes públicos se lo han cargado dejándonos huérfanos y fuera del mapa a nivel internacional. Otra cosa en la que nos vemos perjudicados es en la falta de difusión por parte de la radiotelevisión pública; tras múltiples recortes sufridos en aquella casa, el papel de grabar y difundir los conciertos como se hacía antaño ha disminuido sensiblemente.
6. R.P.: ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Jacobo Durán-Loriga: Lo primero es asistir a muchos conciertos en que se toca mi música, este otoño va a estar muy presente. Destaco el estreno de “Filigrana”, una obra para clarinete y quinteto de cuerda, encargo del CNDM que se tocará próximamente en Badajoz, también una nueva versión de un trío “Una, due, tre…” que se estrenó en Italia en junio y he modificado; se tocará igualmente mi segundo cuarteto próximamente en Alicante, es una de las obras de mi catálogo a las que doy mayor importancia. En cuanto a obras nuevas tengo un encargo italiano para un dúo de flautas para el año próximo y una obra para guitarra hace tiempo prometida y que seguramente aborde pronto. Por otra parte hace tiempo que pienso que he de volver a trabajar la voz cantada. No sé si me inclinaré por concluir una serie de canciones que quedó a medias o una obra coral. También tengo proyectos musicales pero no compositivos: me he implicado mucho en la organización de un ciclo de música contemporánea del que aún no puedo decir mucho y he de preparar un curso sobre las sinfonías de Haydn, en qué líos me meto, que se presentará en breve. Además escribir artículos, algo de enseñanza… los compositores somos hombre orquesta, ya se sabe.
La foto es cortesía del compositor.
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