Sergio Blardony en el COMA´15
16/11/2015
Entrevista. El próximo día 21 de Noviembre en el marco del Festival de Música Contemporánea de Madrid COMA'15, podremos escuchar la obra Il silenzio svelato del compositor Sergio Blardony. Hemos hablado con él de su participación en el COMA'15 y de su iniciativa TRASHUMANCIAS.15, que comienza su andadura mañana en Sevilla.
1. Ruth Prieto: El próximo día 21 de Noviembre en el marco del Festival de Música Contemporánea de Madrid COMA'15, podremos escuchar una obra suya. ¿Qué puede comentarnos de este festival?
Sergio Blardony: Bueno, estuve en la fundación de la Asociación Madrileña de Compositores y, por tanto, del COMA, hace más de quince años. Después me desvinculé por causas que no vienen al caso y volví hace unos años. Creo que es un festival que ha ido cobrando cada vez más relieve hasta convertirse en una cita ineludible en el panorama de festivales en España, aunque no estoy del todo de acuerdo con la idea de la autoprogramación, sobre todo si, por mero mandato estatutario, no queda espacio para programar a otros autores que no sean los socios. Esto tiene el riesgo de empobrecer la propuesta, al no poder ofrecer programas donde se observe la creación madrileña en relación con obras de otras procedencias. Pero lo cierto es que el COMA forma parte muy importante de la todavía pobre oferta de música de creación actual de una ciudad como Madrid, que debería tener un volumen mucho mayor. Esta anomalía, per se, hace que sea un valor a preservar.
"Pero lo que es indudable es que, con su amplia oferta de conciertos, el COMA se ha convertido en una muestra importante."
2. R.P.: La obra que vamos a escuchar es Il silenzio svelato: ¿qué puede comentarnos de esta obra?
Sergio Blardony: Está escrita en 2010 para saxofón barítono, piano, percusión y electrónica, y fue encargada y estrenada por el Trío De Magia en el extinto Festival de Alicante. Es una obra que se ha interpretado en bastantes ocasiones por diferentes grupos (de hecho, es una de mis obras más interpretadas). Está estrechamente relacionada con otra, estrenada dos años después, “La bujia de Stromboli”, para la misma plantilla instrumental aunque añadiendo el componente del vídeo (una colaboración con el fotógrafo Eduardo Momeñe). De algún modo, ambas obras parten de la misma propuesta, de la misma imagen literaria –un viaje simbólico de Catania a Stromboli, un viaje de algún modo vinculado al mito (¡no podría ser de otro modo con ese trayecto!)- pero donde la perspectiva es radicalmente diferente en una y otra. En “Il silenzio svelato” el punto de vista se toma desde el que despide y el que espera al viajero en el destino; en “La bujía de Stromboli” es el propio viaje el que vertebra conceptualmente la obra. En ambos casos hay un componente literario, extramusical, muy fuerte. Y también aspectos que hacen que ambas obras se encuentren en la frontera de una teatralidad que hace tiempo que me interesa trabajar. Si se quiere, una teatralidad que afecta de manera muy especial y directa a lo sonoro. En “Il silenzio svelato” la aparición inesperada, sobre un silencio postclimático, de textos contrapuestos –un cuaderno de bitácora y un fragmento de las “Confesiones” de San Agustín- llevan a la obra a una situación donde el aspecto teatral al que me refiero se sobredimensiona, invadiendo fugazmente la escucha. Este cuaderno de bitácora –escrito por la poeta Pilar Martín Gila- será uno de los puntos de partida para la segunda pieza que menciono, “La bujía de Stromboli”, donde la autora parte de ese punto para desarrollar otros textos poéticos que van a vertebrar en gran medida esta segunda obra.
3. R.P.: ¿En qué momento, como compositor, se encuentra?
Sergio Blardony: Creo que no es mal momento, aunque siempre resulta difícil observar con perspectiva la creación propia, la evolución creativa. Aunque también es cierto que, a medida que pasan los años, se ve menos oscuridad al poner la mirada atrás (dejémoslo en ver siluetas en la neblina…). Pasada una necesaria crisis (no tener crisis me preocuparía bastante), me encuentro en un momento de cambios, indagando en asuntos que me preocupaban desde hace tiempo y que no lograba resolver. Ahora creo estar viendo algo de luz para varias de esas preocupaciones. Aunque mover ciertos aspectos de tu poética –con lo que cuesta llegar a construir algo sólido en este sentido- provoca siempre una sensación contradictoria de temor y placer. Quitar un ladrillo (sobre todo si es cerca de los cimientos) es lógico que pueda causar temor, incluso llegar a provocar una sensación de caída al vacío. Pero si el ladrillo se sustituye con una nueva pieza y el edificio cobra así otro sentido, la satisfacción compensa con creces lo arriesgado de la operación.
"Y, por supuesto, sigo entregado a la indagación de la relación música-palabra-escena. Es un trío que tengo muy claro que seguirá articulando mi visión creativa. Una exploración así no es para pasar un rato."
4. R.P.: ¿Cómo es su proceso creativo?
Sergio Blardony: Nunca trabajo en una única dirección. En la planificación de la obra van surgiendo estratos que se presentan y se desarrollan en paralelo, a veces muy alejados conceptualmente entre sí, pero que en determinado momento confluyen en algún punto (o se oponen, que es en definitiva una forma de confluencia). Esa es, por cierto, una situación muy satisfactoria. Me refiero al momento en el que repentinamente eres consciente de que las piezas encajan de algún modo. Es un momento que provoca un placer extraño. El trazado de esos vínculos, esos filamentos que transitan de un estrato a otro en una planificación o ya durante la escritura, es muchas veces el resultado de un proceso muy poco consciente. No soy muy amigo de considerar la intuición como un valor, sobre todo en el campo artístico, pero lo cierto es que hay cosas difícilmente explicables desde la perspectiva de lo meramente racional.
Por otra parte, lo literario es un componente esencial de gran parte de mis obras. Obviamente, eso no quiere decir que otros aspectos no tengan un peso importante, pero lo cierto es que utilizo la palabra –la palabra poética, especialmente- como una verdadera articulación conceptual y formal de la obra musical.
De todas formas, no he elaborado, ni me interesa, nada parecido a un sistema (lo hice hace tiempo pero lo abandoné inmediatamente). Cada obra requiere una manera distinta de actuar, que lógicamente da lugar a un proceso creativo de características bastante diferenciadas.
5. R.P.: ¿Cómo ve el panorama actual de la música contemporánea en España?
Sergio Blardony: Bien y mal al mismo tiempo. Por un lado, creo que vivimos un momento dulce en cuanto a la creación, y además, tenemos un tejido de excelentes intérpretes cada vez más comprometidos con la música de su tiempo, y cada vez más amplio. Esto conforma un panorama muy interesante y esperanzador, sin duda. Sin embargo, el desinterés muy generalizado de las instituciones públicas y privadas –salvo pocas excepciones- por esta parcela artística (y por la cultura en general), presenta un panorama ciertamente oscuro en muchos aspectos. De una vez por todas debemos ser conscientes de que hay espacios de la cultura y el arte que nunca deben ni podrán ser rentables. La aplicación de las leyes de mercado en estos contextos de experimentación es absurda, no tiene ningún sentido por mucho que algunos se empeñen en querer demostrar lo contrario. Esos espacios son los que deben ser cubiertos por lo público. No se trata de ayudar sino de invertir en cultura (si queremos hablar en términos económicos, algo que hoy parece, desgraciadamente, ineludible). El concepto es muy diferente.
No obstante, desde hace algún tiempo también percibo otro fenómeno ciertamente paradójico, si tenemos en cuenta lo que acabo de decir: a pesar de esta ausencia de financiación, es innegable que hay una proliferación de iniciativas privadas, que aunque tengan un presupuesto escaso o casi inexistente, a base de compromiso se sacan adelante. Esto creo que está produciendo un tejido de ciclos y festivales de calidad muy interesante pero que no sé cuánto tiempo puede durar en este estado de semi inanición. Y se podría observar también que muchas de las programaciones de estos ciclos y propuestas se conforman a partir de una materia artística muy variada. El festival o ciclo tradicional cada vez es más difícil de encontrar. Lo interdisciplinar está muy presente (no siempre de manera justificada, todo hay que decirlo), y las fronteras entre acotaciones terminológicas como “música contemporánea”, “arte sonoro”, “improvisación libre”… están cada vez más diluidas en las programaciones. Esto, independientemente de la valoración crítica que cada uno pueda hacer, nos lleva evidentemente a un escenario muy diferente al que teníamos hasta ahora. Y quizá a ampliar el espectro de público, algo muy necesario desde hace mucho tiempo.
6. R.P.: ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Sergio Blardony: Tengo bastante actividad, la verdad. El próximo mes de diciembre tengo dos obras, una en el Ciclo de Música Actual de Badajoz, con NeoArs Sonora, y una videocreación en México, en el Festival MUSLAB, además del estreno de una obra para guitarra, “Sueño que despierto”, el día 12 en la sala Manuel de Falla de la SGAE, interpretado por Pedro Rojas Ogáyar. Y a comienzos de año se estrenará otra obra para violín y electrónica con textos de Pedro Provencio, escrita para Maricarmen Antequera.
Ahora estoy trabajando en una obra para clarinete, soprano y electrónica para José María Santandreu, también con componente literario (texto de Pilar Martín Gila); y pronto comenzaré otra –derivada de una obra para guitarra que se estrenó el mes pasado- para Proyecto OCNOS, una pieza para clarinete, guitarra, soprano y electrónica, que seguramente integre algún aspecto de tipo escénico. En definitiva, mucha intensidad creativa, no me puedo quejar.
Pero también muy liado con un nuevo proyecto que codirijo, TRASHUMANCIAS.15, unos Encuentros Interdisciplinares en torno al compromiso en el arte donde homenajearemos a Luigi Nono en el 25 aniversario de su muerte, y que comenzarán el 17 de este mes en Sevilla para finalizar en Madrid el 11 de diciembre. Una propuesta en la que hemos puesto mucho empeño y trabajo, y con la que queremos contribuir a ese tejido de iniciativas del que hablaba en la anterior respuesta.
Así que, tiempo libre, poco, poco.
7. R.P.: Una iniciativa interesante. ¿Puede ampliarnos algo sobre este proyecto?
Sergio Blardony: El proyecto nace en la revista que dirijo, Sul Ponticello. Coordinando las actividades de Sevilla están Juan José Raposo y Pedro Ordóñez Eslava, y en Madrid, Pilar Martín Gila y yo, que también llevamos la dirección artística. Queríamos huir de la idea de festival, movernos en un entorno en el cual la música –y por extensión lo sonoro- vertebrasen la propuesta pero que ésta fuera realmente interdisciplinar. Pensamos que lo interdisciplinar no se encuentra por el mero hecho de poner juntas dos o más disciplinas. Esto puede ser atractivo pero no es interdisciplinar (al menos no lo es per se). Hay que poner esas disciplinas a dialogar, confrontarlas de alguna forma, darles un papel por el cual se produzca alguna fricción. O un entendimiento, vaya usted a saber. Y para lograr esto, lo que hacemos en esta ocasión es tomar a Luigi Nono como punto de partida y hablar, desde la música, la poesía, el cine, las artes plásticas… de lo que nos pasa hoy, de cómo entendemos el compromiso artístico hoy. El título de los Encuentros creo que sugiere esta idea bastante bien: “El arte que podríamos hacer… si el compromiso fuera posible”. Por ejemplo, abriremos en Madrid el día 30 tomando a un cineasta como Tarkovski, que a Nono le interesaba mucho, para que el fotógrafo Eduardo Momeñe nos hable de él –ya desprendidos del vínculo de Nono- y para que, al final de la charla, Chefa Alonso y Jorge Frías hagan una improvisación sobre la proyección de una secuencia de “Nostalgia”. O el día 3, también en Madrid, dos de los poetas más queridos por Nono (y de cuyos textos se sirvió en sus obras), Pavese y Machado, darán lugar a una charla de Aurora Conde y Miguel Casado sobre sus poéticas titulada “La tierra y el camino”; después, bajaremos la luz para escuchar la pieza de Nono “Post-prae-ludium n. 1 per Donau”, para tuba y electrónica en vivo, interpretada por Sergio Rey Turiégano. Son dos ejemplos que pueden dar una idea de lo que queremos hacer, cómo queremos jugar con los formatos y con ese concepto de lo interdisciplinar que he apuntado.
Así que pondremos en juego charlas-concierto, debates-performance, instalaciones, conciertos…, un total de 11 actividades que cuentan con un todo un lujo de invitados (no diré más nombres para no olvidarme de nadie).
Todo esto en unos espacios bastante singulares. En Sevilla, en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, en La Cartuja; y en Madrid, en tres espacios: CentroCentro, en el Palacio de Cibeles, la sala Manuel de Falla de la SGAE, y el Palacio Bauer, un edificio del s. XVIII donde está ubicada la Escuela Superior de Canto de Madrid, con un teatrito maravilloso en el que haremos uno de los conciertos.
En definitiva, un proyecto con el que queremos hacernos preguntas antes que dar respuestas, lo lógico si pensamos en el terreno que pisamos.