A este director de orquesta nacido en Valencia le gusta el jazz. Y mucho. Actualmente está al frente de la Orquesta Sinfónica de Toronto y de la Filarmónica de Luxemburgo y es uno de los directores de orquesta españoles con una proyección internacional más sólida. Meses atrás, el Teatro Real decidió anunciar con bastante antelación que Gustavo Gimeno sería el nuevo titular de la casa a partir de septiembre de 2025 ocupando así el lugar de Ivor Bolton. Él cuenta que ya está trabajando en ello para que exista una continuidad y no un corte abrupto. Sabe cuándo la orquesta ha sonado bien y lo explica así:
“Estás desnudo, de pie, eres extremadamente sensible y percibes todo, lo que el espectador no nota, el mínimo desliz. Lo mismo para lo malo que cuando suceden cosas maravillosas”.
Hoy se prepara para empuñar la batuta con una ópera, Jenufa, que dirige por primera vez a partir del día 19 en uno de los auditorios que considera como su casa, el Palau de les Arts, y que se escuchará por primera vez en Valencia. Salda la casa una deuda doble y el compositor checo Leos Janacek entra en este coliseo por la puerta grande en lo que Jesús Iglesias, su responsable artístico, considera “una cuestión de justicia”. Quizá hasta poética.
1. Gema Pajares: ¿Qué significa para usted dirigir
Jenufa en Les Arts?. Valencia es, además de su cuna, una de las ciudades españolas en la que su presencia es constante.
Gustavo Gimeno: Hemos de reconocer que a lo largo de los últimos años Janacek es un compositor que ha ido cobrando cada vez mayor relevancia en los grandes teatros de Europa, sobre todo del centro. Es uno de los compositores más importantes en el ámbito operístico, yo diría que indispensable y, por tanto, es necesario que estuviera presente en la programación de este teatro. Y hacerlo con este título tanto a Jesús Iglesias, director artístico, como a mí, nos pareció un acierto.
2. G.P.: ¿Le fascina el autor de Jenufa?
Gustavo Gimeno: Me fascina su mundo, sus óperas y traerlo ahora al Palau de les Arts significa una aportación tanto a la historia de este teatro como a la orquesta y al público. Al programar esta ópera yo diría que todos salimos ganando. Su música es fantástica. Cuanto más la conozco y me adentro en ella, más relevante me parece.
«Me gusta la idea de aportar y de lo que me puede aportar a mí»
3. G.P.: ¿Marcó este compositor, un avanzado en su tiempo, una pauta en cuanto a temática y composición en su momento, principios del siglo XX?
Gustavo Gimeno: Yo diría que su posición es un tanto peligrosa, y no solo la de este compositor, pues frente a grandes compositores su trabajo es menos popular y menos conocido. Ante esto podemos plantearnos: ¿merece la pena programar lo que no se conoce?, ¿nos quedamos únicamente con los clásicos, los maestros de la Segunda Escuela Vienesa, con Sibelius, Webern, Ligetti, Kurtág? Tendremos que conseguir el equilibrio, pues es una verdadera lástima que compositores de esta valía puedan quedarse relegados.
4. G.P.: ¿Cómo suena Janacek?
Gustavo Gimeno: Janacek es como si hubiese tomado un carril que corriera paralelo a Strauss o Wagner y hubiera optado por una dirección, por un modo de hacer música, que está influida por el verismo, por Mascagni. También adoraba la cultura rusa, a Chaikovsky, y eso se nota, aunque el suyo es un mundo sonoro totalmente diferente que contrasta de manera radical con lo que era ese sonido característico de finales del siglo XIX.
«Es capaz de crear un mundo original, suyo y diferente, que con el tiempo va a adquirir relevancia internacional. Un universo pequeño, diría que casi provinciano, pero que él consigue hacer grande».
5. G.P.: ¿Qué aporta?
Gustavo Gimeno: Los giros nórdicos, la melodía declamada. Él es un mundo en sí mismo y su obra va a suponer un salto cualitativo. Sitúa en el primer plano a la mujer, da relevancia a la figura femenina. En el caso de esta ópera, dos mujeres. Jenufa y Kostelnicka. Y trata temas de gran actualidad y dureza que siguen vigente hoy como pueden ser el embarazo no deseado, los celos, el amor, el estigma social. Los personajes femeninos soportan el peso de la historia, pasa a través de ellas. Destaquemos, además, que se trata de una ópera escrita en un momento personal muy concreto y que dedica a su hija muerta, que posee un texto en prosa y en la que nos vamos a encontrar con un mundo sonoro muy particular. Por ejemplo, la división de funciones no es aquí tan obvia, existe una interacción, una telaraña de capas en la que se superponen los textos y las voces constantemente y que crean un mundo inédito y una atmósfera que te engancha, como de “thriller”, muy obsesiva. La historia y los sonidos son muy directos.
6. G.P.: La aportación, pues, de Janacek al siglo pasado y a la música está clara, pero ¿cree que es necesario que se escriba más ópera contemporánea?
Gustavo Gimeno: Siempre es necesario, pero hay presencia. Conozco a amigos y gente del mundo de la música que está trabajando en proyectos. A día de hoy estamos viviendo un buen momento para la composición actual. Se estrenan también óperas de cámara. Yo observo que hay una actividad constante, y eso es bueno. La pregunta que surge inmediatamente es ¿cuántas de estas van a formar parte del repertorio? Para responder necesitamos tiempo. Miremos, por ejemplo, las dificultades que vivió Verdi con algunas de sus óperas, que fueron contestadas. El mismo Janacek pudo estrenar en Praga en 1916, doce años después de su estreno oficial y reorquestada por un autor praguense, Karel Kovarovic. Otro caso es el de
El pájaro de fuego, que Prokofiev nunca pudo escuchar en vida.
«A veces es mucho más sencillo el estreno de una obra que su reposición»
7. G.P.: Así que de asignatura pendiente, no hablamos, ¿verdad?
Gustavo Gimeno: No es una asignatura pendiente, aunque hay que tener en cuenta que no es lo mismo vivir en una ciudad que en otra, pero veo programaciones de obras actuales españolas con asiduidad. Esto es así. El interés por la composición actual está ahí. Yo, como percusionista de formación, he estado bastante en contacto con la creación contemporánea. Resulta excitante dar vida sonora a nuevas creaciones y también es enriquecedor, en el caso de un director, poder intercambiar puntos de vista y reflexiones con un compositor vivo, el diálogo que se establece entre este y el ejecutante, hablar de las influencias… es enormemente enriquecedor.
8. G.P.: Usted en Toronto trabaja en la orquesta con creadores actuales.
Gustavo Gimeno: En Toronto se programa a una cantidad notable de compositores canadienses. Tenemos sesiones con compositores jóvenes para que puedan interpretar estas obras y que sus creadores las escuchen. Los músicos toman estas jornadas con entusiasmo y profesionalidad y resulta un ejemplo envidiable, la verdad.
9. G.P.: Siempre ha hablado de la importancia de trabajar en grupo, en conjunto. En este mundo tan dado a las individualidades posee aún más mérito.
Gustavo Gimeno: Disfruto cuando aquellos que me rodean me inspiran. Nos retroalimentamos. Adoro trabajar en equipo. Cuando pienso mejor es cuando me encuentro con gente valiosa. Es necesario construir en grupo: yo ahí saco lo mejor de mí mismo.
10. G.P.: ¿Cuesta mucho que la adrenalina baje después de dirigir un concierto o una ópera?
Gustavo Gimeno: Muchísimo. Si pasas dos horas o dos horas y media concentrado el nivel de adrenalina es alto. Para mí, lo mejor es irme después del concierto a cenar y tomarme un buen vino en buena compañía.
11. G.P.: ¿Cómo son los momentos previos a ponerse frente a la orquesta?
Gustavo Gimeno: Antes de dirigir estoy más centrado que concentrado, con pocas emociones y atento a lo que va a venir.
12. G.P.: Su nombramiento, que se dio a conocer el año pasado, como nuevo director musical del Teatro Real en 2025 suscitó de manera unánime la alabanza, lo que en España no es nada usual. Enhorabuena. ¿Cómo lo toma?
Gustavo Gimeno: Yo he tenido también esa sensación de ser bien recibido, lo que me parece agradable. Con la orquesta del Teatro Real me da la impresión de que nos conocemos, de que congeniamos y de que nos hemos encontrado en el momento adecuado.
13. G.P.: ¿Viene ahora con más frecuencia a Madrid?
Gustavo Gimeno: Sí, siempre que puedo. En este momento estamos ya preparando en el Real el tránsito hacia el futuro, pues no queremos que sea una ruptura ni un corte abrupto, sino una continuidad con la dirección musical actual del teatro. Y en ellos estamos, alineados.
Jenufa
De Leos Janacek
Palau de les Arts. Valencia
Ópera en tres actos
19, 22, 24, 27 y 29 de enero
Música y libreto: Leos Janacek
Inspirada en la pieza teatral Její pastorkyňa de Gabriela Preissová
Coro de la Generalitat Valenciana
Director: Francesc Perales
Orquesta de la Comunidad Valenciana
Dirección musical: Gustavo Gimeno
Dirección de escena: Katie Mitchell
Escenografía y vestuario: Lizzie Clachan
Iluminación: James Farncombe
Dramaturgia: Klaus Bertisch
Reparto:
Stařenca Buryjovka: Elena Zaremba
Laca Klemeň: Brandon Jovanovich
Steva Buryja: Norman Reinhardt
Kostelnička Buryjovka: Petra Lang
Jenůfa: Corinne Winters
Stárek: Sam Carl
Rychtár: Scott Wilde
Rychtárka: Amparo Navarro
Karolka: Laura Orueta
Pastuchyňa: Olga Syniakova
Barena: Quiteria Muñoz
Jano: Larisa Stefan
Tetka: Leticia Rodriguez
Las fotos de la ópera Jenůfa son de Miguel Lorenzo- Mikel Ponce-Les Arts y has sido facilitadas por el Palau de Les Arts
Más información en la web del
Palau