«La música es apátrida en sí misma, especialmente en lo que respecta a la dirección de orquesta» José Luis Castillo
18/10/2024
Una entrevista de Ismael G. Cabral para El Compositor Habla
Recién regresado a México tras encargarse de la dirección del concierto de clausura de los últimos Encuentros de Pamplona entre otras actividades en España, proponemos este diálogo con el director de orquesta y compositor valenciano José Luis Castillo (1967), quien se ha erigido en uno de los nombres clave para el desarrollo y la difusión de la música contemporánea en México y buena parte de Latinoamérica. Actualmente es responsable del Centro de Experimentación y Producción de Música Contemporánea (Cepromusic) de México, así como director artístico de la Orquesta Filarmónica de Jalisco. En la siguiente conversación Castillo aborda el obligado nomadismo musical, también los retos que plantea llevar el mando de una organización pionera en el continente americano y con una proyección al alza.
1. Ismael G. Cabral: Usted se formó, principalmente, en Francia y Alemania. En 1997 marcha a México. ¿Qué le llevó allí inicialmente?
José Luis Castillo: Así es pero, curiosamente, conocí en el Gaudeamus de Ámsterdam a un muy buen compositor mexicano, Ricardo Zohn, quien me invitó a dirigir y a presentar mi música en el primer festival del Callejón del Ruido en Guanajuato, México. Esa primera invitación se tradujo en una serie de compromisos que se volvieron cada vez más frecuentes, hasta convertirse en permanentes, lo que hizo constante aquella migración. Como bien señala, fue a partir de 1997 cuando fijé mi residencia al otro lado del Atlántico, aunque siempre me ha gustado pensar que la música es apátrida en sí misma, especialmente en lo que respecta a la dirección de orquesta.
2. I.G.C: La distancia física entre un territorio (España) y otro (México) es mucha. ¿Qué relación con España le permiten sus múltiples dedicaciones en México?
José Luis Castillo: Si me permites la referencia a Attali, en términos de nomadismo artístico te diría que las distancias bien pueden ser relativas. La colaboración con orquestas, compositores y festivales siempre permite la circularidad entre ambos continentes.
«Por otra parte, aunque mi ligazón profesional con España es ciertamente escasa, mi familia siempre me mantiene ligado a Valencia»
3. I.G.C: En el país centroamericano el suyo es un nombre fundamental para la música contemporánea, no solo por su faceta de compositor y director, también por su intenso trabajo como divulgador y programador. ¿Era, de algún modo, una asignatura pendiente en México que alguien debía poner en marcha?
José Luis Castillo: Yo diría que, como arte de actualidad y demanda constante, la música es siempre una asignatura pendiente en todo el mundo. En el caso de México, a finales de los 90, el país ya contaba con espacios donde compositores, improvisadores e intérpretes de la escena contemporánea tejían las bases de lo que después se convertiría en una cita obligada con la música de nuestros días. Normalmente, las instituciones reaccionan a las necesidades de las personas; son pocas las veces que se anticipan y, en el caso de la música contemporánea, ocurrió lo mismo. La fundación de Cepromusic fue una respuesta de las autoridades (del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, INBAL) a las demandas de la comunidad artística de contar con un espacio formal para la creación, experimentación y promoción de la música contemporánea.
4. I.G.C: ¿Cuál es la situación actual en la que se encuentra Cepromusic?
José Luis Castillo: Después de 12 años de existencia, creo que Cepromusic ha dejado claro su propósito y su importante contribución con más de 400 conciertos, 200 estrenos y 9 giras internacionales además de un sinnúmero de actividades formativas para jóvenes compositores. Espacios como el Cepromusic, dedicados a la difusión y formación en la música contemporánea, que sean financiados por el Estado pueden tal vez contarse con los dedos. Ahora bien, si hay un asunto pendiente y común a la mayoría de estos espacios es que cuenten desde las instituciones con una visión progresiva, de mejora y actualización, y que hagan frente periódicamente a las condiciones presupuestarias y de infraestructura. De otra forma esos grandes proyectos, como lo es Cepromusic, pueden colapsar fácilmente por razones extra musicales. El nuestro es un ejemplo de proyecto que funciona incluso en condiciones adversas como lo fue la pandemia, en donde fuimos punta de lanza en innovación musical con el montaje de óperas radiofónicas, instalaciones sonoras y varias producciones interdisciplinarias.
5. I.G.C: La lista de compositores y grupos que han tenido, de una forma u otra, relación con la institución es grande y llena de buen gusto: Klaus Lang, Irvine Arditti, Peter Ablinger, Sigma Project. ¿Cuál es el público que está al otro lado de todo este proyecto y, en general, cuál cree que es la impresión y el conocimiento de la nueva música en México?
José Luis Castillo: El público es muy variado y debo decir que es especialmente joven. La media de nuestros espectadores se sitúa en torno a los 30 años de edad. Nuestro público siempre es convocado por la música actual en sus diferentes manifestaciones: desde el código en tiempo real, la improvisación, la música de cámara, la ópera, la electrónica, hasta su entrecruce con la fotografía, el video, el cine mudo, la radio, el teatro o la danza. Entiendo que nos acompañan por la curiosidad que despierta el repertorio contemporáneo, además de reconocer en Cepromusic el trabajo comprometido con la música más actual y el esfuerzo de tocarlo que está escrito en cada partitura, nada más y nada menos.
Por otro lado, debo reconocer que el trabajo ininterrumpido de estos 12 años ha dado resultados contundentes en la formación de públicos. Puedo contarte que empezamos con conciertos a los que asistían 50 personas y, recientemente, y solo por poner un ejemplo, con una ópera infantil de Víctor Rasgado agotamos los boletos del Palacio de Bellas Artes en Ciudad de México. Compositores como Haas, Lachenmann, la Orestíada de Xenakis, o los ciclos de conciertos dedicados a los centenarios de Xenakis y Ligeti han tenido una respuesta abrumadora.
«El público aprecia y disfruta la buena música bien interpretada, independientemente de cuando haya sido compuesta»
6. I.G.C: Para la música de nueva creación México es un país alejado del circuito principal centroeuropeo. ¿Cree que Cepromusic es un espacio bien consolidado y conocido o todavía sigue causando sorpresa cuando cursan invitaciones a compositores y grupos de Centroeuropa?
José Luis Castillo: Creo que nuestro trabajo ha permitido que Cepromusic ocupe actualmente un lugar importante en la escena de la creación contemporánea. Aun así, sigue causando gratas sorpresas cuando cruzamos nuestras fronteras y participamos en foros y festivales internacionales, o al menos así lo manifiesta la crítica, que en la mayoría de los casos reacciona con admiración frente a la calidad interpretativa del ensamble.
7. I.G.C: ¿Cuáles son los recuerdos de sus participaciones en los festivales de Darmstadt y Huddersfield? ¿Tienen actualmente alguna salida importante en la agenda?
José Luis Castillo: Ambos festivales han marcado momentos importantes en la vida de Cepromusic, fundamentalmente porque se trata de dos espacios que, edición tras edición, dan cuenta de la más rabiosa actualidad en lo que a la creación contemporánea se refiere. El hecho de que hayamos sido convocados por estos dos festivales es algo que nos llena de satisfacción a todos quienes formamos parte de la organización. En cuanto a si tenemos alguna salida importante, puedo avanzar que para el próximo año estamos preparando el centenario de Pierre Boulez con un ciclo de conciertos que iniciará en el Palacio de Bellas Artes en Ciudad de México y concluirá en la temporada nacional de conciertos en Bogotá, Colombia, en octubre de 2025.
8. I.G.C: También es usted director artístico de la Orquesta Filarmónica de Jalisco. ¿De qué modo puede implementar en este conjunto sus inquietudes por la nueva música?
José Luis Castillo: Sin temor a equivocarme, puedo decirte que la Filarmónica de Jalisco es una de las mejores orquestas iberoamericanas. A pesar de ello, y como sucede con tantas otras orquestas, su trabajo no suele incursionar en el repertorio desde la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días. Creo que es de vital importancia que quienes somos agentes del hecho sinfónico, desde los músicos hasta el público, pasando por gestores y críticos, entendamos a la orquesta como un instrumento que, además, es el vehículo que tienen los compositores para escuchar y difundir su música para orquesta. Es así que, en los últimos años, la programación de la OFJ se ha visto enriquecida con repertorio de reciente creación. Por otra parte, estoy convencido de la importancia de que las orquestas, en tanto que instrumentos, difundan el buen repertorio que para ellas ha sido compuesto, sin necesidad de circunscribirlo a los escasos 150 años de la "edad de oro" del sinfonismo.
«Me fascina que, en un mismo concierto, puedan convivir, como ejemplo, Carl Philipp Emanuel Bach, Brahms y Lachenmann»
9. I.G.C: Lleva tiempo dedicado a la obra de Silvestre Revueltas, compositor injustamente despachado en el conocimiento del aficionado medio por dos o tres obras. ¿Qué le interesa de su figura?
José Luis Castillo: La música de Revueltas resulta siempre fascinante, tanto desde lo meramente instrumental como en el ámbito del significado. Estos años en los que he trabajado la música de Silvestre Revueltas me han permitido reconocer el desequilibrio que existe entre la calidad y la propuesta poética de este maravilloso compositor y la cantidad y frecuencia de las obras que son programadas habitualmente.
«Cabe mencionar, por otra parte, la relación que Revueltas tuvo con España y cómo su visita a nuestro país le afectó profundamente, detonando varias obras importantes en su catálogo»
10. I.G.C: En medio de todo este extenso trabajo que desarrolla en diferentes frentes, ¿qué lugar tiene para la composición?
José Luis Castillo: En efecto, mi actividad como director deja muy poco margen para la composición aunque, por otra parte, reconozco que necesito tanto de la creación como de la interpretación. Me gusta pensar que ambas maneras de habitar el hecho musical nutren una a la otra en una relación de mutua dependencia.